Rezar el Santo Rosario
Historia y excelencia del Santo Rosario
Una sólida tradición, avalada por muchos Sumos Pontífices, atribuye la idea fundamental del Santo Rosario a Santo Domingo de Guzmán (1170-1221), fundador de la Orden de Predicadores, conocidos como PP Dominicos.
Contemporáneos del santo, dejaron constancias que el santo solía alternar la predicación de los misterios de la vida de Ntro. Señor Jesucristo con el rezo de una serie de Avemarías para asegurar, por la intercesión de la Ssma. Virgen, la eficacia de su predicación.
Esta forma de predicar y rezar le habría sido enseñada por la misma Ssma. Virgen.
Esa fue la primera semilla del Rosario. Más tarde, el Beato Alano de Rupe (+1475), le dio la forma actual.
En 2002, SS Juan Pablo II agregó los misterios luminosos.
El Santo Rosario es la más excelente de las devociones que tenemos en honor de la Ssma. Virgen.
Es prueba de esto lo mostrado y dicho por la misma Ssma. Virgen en muchas de sus apariciones y revelaciones privadas. Y aunque no estamos obligados a creer en esas apariciones, cuando la Iglesia las aprueba sería temerario negarlas.
Entre tantas apariciones de la Ssma. Virgen y relacionadas con el Santo Rosario, sobresalen Lourdes, en Francia (1858) y Fátima, en Portugal (1917). Y más cerca de nosotros, Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, en la prov. de Bs. As., desde 1983.
En Lourdes, a partir del 11 de febrero de 1858, la Ssma. Virgen se presentó 16 veces. Llevaba en su mano derecha un rosario y lo rezaba con Sta. Bernardita. En su mensaje hay 3 recomendaciones especiales: “¡Haced penitencia! ¡Rezad por los pecadores! ¡Rezad el Rosario!” Grandes milagros confirman la verdad de las apariciones; Sta. Bernardita fue canonizada. Lourdes es uno los santuarios marianos más importantes del mundo. El Sto. Rosario es la oración oficial del Santuario. La Ssma. Virgen lo quiere.
La historia, en sus líneas principales, se repite en Fátima, en 1917. La Ssma. Virgen se aparece a Lucia, Francisco y Jacinta, 3 pastorcitos. Fueron 6 apariciones, entre el 13 de mayo y el 13 de octubre. Allí la Ssma. Virgen dijo su nombre: “Yo soy Nuestra Señora del Rosario”. Y ante decenas de miles de personas se produjo el milagro del sol. El mensaje tiene semejanza con el de Lourdes: la necesidad de la penitencia y de rezar el Rosario. La Iglesia declaró que estas apariciones eran dignas de crédito.
En San Nicolás, a partir del 25 de septiembre de 1983, la Ssma. Virgen se manifestó muchas veces. En estos días se cumplen 40 años de aquellas primeras apariciones que recibieron la aprobación de la Iglesia en 2016. En San Nicolás la Ssma. Virgen aceptó ser llamada “María del Rosario de San Nicolás”. Son muchos sus mensajes. Como siempre la Ssma. Virgen que nos quiere volviendo a Dios. Muchas veces pidió el rezo del Santo Rosario; lo pidió diariamente. Insistió en la necesidad de rezarlo y de tal manera que el Señor vea que con nuestro Rosario volvemos a Él. Nos dijo que con el Rosario se puede enfrentar cualquier peligro, ya que en él está Cristo y la Madre de Cristo. El Rosario es el arma a la cual le teme el enemigo, es refugio que alivia nuestros pesares y es la puerta para llegar a su Corazón. Enseñó también la Ssma. Virgen que es muy valiosa la bendición del Rosario con que se reza y que es importante tenerlo entre las manos cuando rezamos.
Sería interminable mencionar todos los testimonios de Sumos Pontífices que han alabado el Santo Rosario y han pedido que se rece con piedad y todos los días para alcanzar del Cielo, por intercesión de la Ssma. Virgen, el remedio de todas nuestras necesidades, la paz del mundo y el bien de la iglesia. Desde el S. XV hasta ahora, no hubo un solo Papa que no recomendara el rezo del Santo Rosario.
Para resaltar la extraordinaria importancia que los Papas han dado al Santo Rosario, solo mencionamos a Sn. Juan XXIII porque ubicó el Santo Rosario en la piedad de la iglesia. Ubicó el Santo Rosario inmediatamente después de la Santa Misa y del Breviario para los sacerdotes y después de los sacramentos para los seglares. Así el Rosario quedaba como la primera devoción mariana de la Iglesia.
Otra razón que muestra la excelencia del Santo Rosario es su misma estructura y su contenido.
Entre las devociones marianas, solo el Rosario tiene las ventajas de la oración mental y de la oración vocal. Y de la manera más perfecta posible. No hay oraciones vocales más perfectas que el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria Patri, que constituyen el cuerpo del Rosario. La meditación de los misterios de la vida, pasión, muerte y resurrección de Ntro. Señor Jesucristo son temas de primer nivel en nuestras meditaciones y constituyen el alma del Rosario.
Los dos elementos, cuerpo y alma, son necesarios para que exista el Rosario. De tal manera que si solo se rezaran las oraciones vocales sin meditar los misterios, tendríamos una buena oración vocal, pero eso no es el Rosario y si solo se meditaran los misterios sin recitar las oraciones vocales, tendríamos una buena oración mental, pero eso tampoco es el Rosario. Para que exista el Rosario es imprescindible juntar las dos cosas: el rezo de las oraciones y la meditación de los misterios.
Los misterios del Rosario se dividen en 4 grupos de 5 misterios cada uno. Misterios Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos.
Los misterios gozosos nos presentan la vida íntima, oculta, de Ntro. Señor, la Ssma. Virgen y San José. Los misterios luminosos nos enseñan a considerar algunos momentos principales de la vida pública de Ntro. Señor, antes de llegar a su pasión y muerte, que son meditados en los misterios dolorosos. Los misterios gloriosos ponen ante nosotros los triunfos del Señor y la Ssma. Virgen; nos hacen pensar en el cielo y la gloria que esperamos alcanzar.
De esta manera toda nuestra vida en esta tierra, con sus alegrías y sus penas, sus dolores y sus esperanzas, todo, queda santificado y orientado a la felicidad eterna que nos espera en el cielo.
El Rosario es la oración preferida de la Ssma. Virgen, la que Ella ha pedido en sus numerosas apariciones. Pedida por ser oración sencilla, humilde, que nos hace crecer espiritualmente y nos acerca a Dios. Es el arma más eficaz que Ella nos dio para combatir al Enemigo y llegar a su Corazón Inmaculado.
¿CÓMO SE REZA EL SANTO ROSARIO?
1º Nos hacemos la señal de la Cruz:
“Por la señal + de la Santa Cruz, de nuestros + enemigos, líbranos Señor + Dios Nuestro.
En el Nombre + del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.
2º Nos ponemos en presencia de Dios y para que la oración llegue al Cielo, pedimos humildemente perdón al Señor por nuestros pecados diciendo:
“Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí. Pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén”.
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Después del acto de contrición, a veces se reza el Credo:
“Creo en Dios, Padre todopoderoso, / Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, / nuestro Señor,
En las palabras que siguen, hasta María Virgen, todos se inclinan.
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, / nació de santa María Virgen, / padeció bajo el poder de Poncio Pilato, / fue crucificado, muerto y sepultado, / descendió a los infiernos, / al tercer día resucitó de entre los muertos, / subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, / la santa Iglesia católica, / la comunión de los santos, / el perdón de los pecados, / la resurrección de la carne / y la vida eterna. Amén.”
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3º Se dice: “Ofrecemos este Santo Rosario por las siguientes intenciones:” (y aquí nombramos las intenciones. Que al menos una intención especial sea “por Argentina”.)
4º Luego decimos: “En el primer misterio contemplamos…” (nombramos el misterio que corresponde al día), se hace un momento de silencio para situarnos mentalmente en la escena que vamos a contemplar; y rezamos:
1 Padrenuestro:
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre – venga a nosotros tu Reino – hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén”.
10 Avemarías:
“Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, – y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. – Santa María, Madre de Dios, – ruega por nosotros pecadores – ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.
1 Gloria:
“Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo / como era en un principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén”.
Finalizamos el misterio diciendo: “Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia”. (Esta invocación fue enseñada por la Ssma. Virgen en Fátima. En San Nicolás, la Ssma. Virgen enseñó a rezar: “Padre, líbranos de todo mal. Con tu Santa Sabiduría, Señor, sálvanos de todo pecado; en nombre de todos cuantos te queremos, Señor, llévanos por el camino del bien. Amén.”)
5º Continuamos rezando de la misma forma el 2º, 3º, 4º y 5º misterio. (Es decir, repetimos el paso 4º para los cinco misterios)
6º Luego se reza: “Por el Santo Padre y para ganar las indulgencias concedidas al Santo Rosario” y rezamos un Padrenuestro, una o tres Avemarías y un Gloria.
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7º Después se suele rezar la Salve:
“Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
- Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
8º También se suele recitar las Letanías de la Santísima Virgen:
- Señor, ten piedad de nosotros.
- Cristo, ten piedad de nosotros.
- Señor, ten piedad de nosotros.
- Cristo, óyenos.
- Cristo, escúchanos.
- Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
- Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad…
- Dios Espíritu Santo,
- Santa Trinidad, un solo Dios,
- Santa María, ruega por nosotros.
- Santa Madre de Dios, ruega…
- Santa Virgen de las vírgenes,
- Madre de Cristo,
- Madre de la Iglesia,
- Madre de la misericordia,
- Madre de la divina gracia,
- Madre de la esperanza,
- Madre purísima,
- Madre castísima,
- Madre virginal,
- Madre sin mancha,
- Madre inmaculada,
- Madre amable,
- Madre admirable,
- Madre del buen consejo,
- Madre del Creador,
- Madre del Salvador,
- Virgen prudentísima,
- Virgen digna de veneración,
- Virgen digna de alabanza,
- Virgen poderosa,
- Virgen clemente,
- Virgen fiel,
- Espejo de justicia,
- Sede de la sabiduría,
- Causa de nuestra alegría,
- Vaso espiritual,
- Vaso de honor,
- Vaso insigne de devoción,
- Rosa mística,
- Torre de David,
- Torre de marfil,
- Casa de oro,
- Arca de la alianza,
- Puerta del cielo,
- Estrella de la mañana,
- Salud de los enfermos,
- Refugio de los pecadores,
- Consuelo de los migrantes,
- Consuelo de los afligidos,
- Auxilio de los cristianos,
- Reina de los ángeles,
- Reina de los patriarcas,
- Reina de los profetas,
- Reina de los apóstoles,
- Reina de los mártires,
- Reina de los confesores,
- Reina de las vírgenes,
- Reina de todos los santos,
- Reina concebida sin pecado original,
- Reina asunta a los cielos,
- Reina del sacratísimo Rosario,
- Reina de la familia,
- Reina de la paz,
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.
- Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oremos. Concédenos, Señor y Dios nuestro, que podamos gozar de la salud del alma y del cuerpo, y por la intercesión de la Santísima Virgen María, líbranos de las tristezas de este mundo y danos la eterna alegría. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
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9º Para finalizar nos hacemos la señal de la Cruz: “En el Nombre + del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.”
PROMESAS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN A QUIENES REZAN EL SANTO ROSARIO
- Quien me sirviere rezando constantemente mi Rosario, recibirá las gracias que me pida.
- Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que recen mi Rosario con devoción.
- El Rosario será un escudo fortísimo contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y abatirá la herejía.
- El Rosario hace florecer las virtudes y hace que las almas consigan copiosamente la Misericordia Divina; sustituye en el corazón de los hombres el vano amor del mundo para llevarlos al amor de Dios y los elevará a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas se santificaron por esta devoción!
- El alma que se me encomiende por medio del Rosario, no perecerá.
- El que rece con devoción mi Rosario, considerando sus sagrados Misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en la gracia, si es justo y en todo caso, será admitido a la Vida Eterna.
- Los verdaderos devotos de mi Santo Rosario no morirán sin los auxilios de la Iglesia (Sacramentos).
- Quiero que todos los que recen mi Rosario tengan en vida y en muerte la Luz y la plenitud de la Gracia y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.
- Yo libro muy pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario.
- Los verdaderos hijos de mi Rosario gozarán en el Cielo de una gloria singular.
- Todo cuanto se pidiere por medio del Rosario, se alcanzará prontamente.
- Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
- He obtenido de mi Hijo que todos los cofrades del Rosario tengan en vida y en muerte, como hermanos, a todos los bienaventurados de la corte celestial.
- Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Hijo, Jesús.
- La devoción del Santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la Gloria.
Bendiciones y Beneficios del Santo Rosario
Bendiciones del Rosario
1. Los pecadores alcanzan el perdón.
2. Las almas sedientas son saciadas.
3. Los que están atados ven sus lazos desechos.
4. Los que lloran encuentran alegría.
5. Los que son tentados hallan tranquilidad.
6. Los pobres son socorridos.
7. Los religiosos son reformados.
8. Los ignorantes son instruidos.
9. Los vivos triunfan sobre la vanidad.
10. Los muertos alcanzan la misericordia por vía de sufragios.
Los beneficios del Rosario
1. Nos da gradualmente un conocimiento perfecto de Nuestro Señor Jesucristo.
2. Purifica nuestras almas, lavando nuestras culpas.
3. Nos da la victoria sobre nuestros enemigos.
4. Nos facilita practicar la virtud.
5. Nos enciende el amor a Nuestro Señor.
6. Nos enriquece con gracias y méritos.
7. Nos provee con lo necesario para saldar nuestras deudas a Dios y a nuestros familiares cercanos, y finalmente, se alcanza toda clase de gracias de nuestro Dios todopoderoso.